Confía, el universo está sosteniéndote

Como seres humanos somos la expresión de la vida en movimiento constante: Nuestro cuerpo se mueve en cada latido, en cada intercambio entre una respiración y otra, en cada proceso de vida y muerte de nuestras células; nuestras relaciones varían, porque nuestras percepciones cambian; los espacios que habitamos se transforman y nosotros mutamos para adaptarnos. Hay un sin fin de situaciones y procesos cambiantes, y todos ellos nos exigen fluir, confiar en esa fuerza sútil que inunda nuestro universo.
Para conectar con esa fuerza, el ser humano debe recordar su grandeza, y aprender a percibir el mundo más allá de lo aparente, soltando todas aquellas ataduras que se ha impuesto a sí mismo desde la mente. A fin de ello, encontrarás caminos con un enfoque más mental que te enseñarán a entrenar tus pensamientos, a enfocarlos, y a materializarlos. Otros caminos, te llevarán a sentir la conexión desde la devoción, el vínculo, los sentidos. Y éste, el camino que recorro, te invita a habitarte y conectar con tu energía, para ser guiado al reencuentro con tu propia naturaleza.
El Tai Chi y el Qi Gong, te invitan a relajar tu cuerpo y enfocar tu mente en el Dan Tian (Centro de energía) para permitir que la energía se ponga en movimiento y transforme tu experiencia de vida, desde el bienestar y la confianza que proporciona el reconocimiento de la propia naturaleza de nuestro ser. En cada movimiento, nuestra respiración y atención guían la energía hacia la construcción de nuestro lugar de balance, nuestro hogar interior, un espacio que se cultiva a través de la práctica y que nos brinda un punto de apoyo, para aprender a girar en las espirales de la propia energía y en las de la vida y sus cambios.